

Según ha explicado el colectivo, el criterio del ICOG es que estas actividades deben continuar «siempre que respeten escrupulosamente el medio ambiente» y asegura que la actividad minera no tiene por qué conllevar ningún problema con el entorno, si se realiza con criterios modernos y con las máximas garantías ambientales.
Confedem defiende la apertura de la mina de Retortillo por contar con «los estándares más altos de calidad» y que al finalizar la actividad dejará el territorio como estaba o en mejores condiciones medioambientales».
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